Escrito por: Lic. Mauricio Valencia
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El trasplante de fresas es un paso fundamental para lograr un cultivo exitoso. Dependiendo de la presentación en la que adquiramos las plantas, el proceso puede variar. Existen dos formas principales de trasplante:
- Fresas a raíz desnuda, que requieren un tratamiento especial antes de ser sembradas.
- Fresas en maceta, que ya tienen un sistema radicular desarrollado y necesitan un proceso de adaptación diferente.
A continuación, explicamos ambos métodos para garantizar un trasplante exitoso.
1. Trasplante de Fresas a Raíz Desnuda
Las fresas producidas a raíz desnuda son recolectadas directamente de la tierra en un estado óptimo de desarrollo, contando con las reservas necesarias para garantizar su establecimiento.
El proceso posterior a su extracción consiste en eliminar toda la tierra, dejando lo más completo posible el sistema radicular para favorecer su enraizamiento. Luego, las plántulas son podadas, eliminando completamente sus hojas para reducir la transpiración y el riesgo de enfermedades.
Para protegerlas de patógenos, se sumergen en un fungicida de amplio espectro durante algunos minutos. Posteriormente, están listas para ser almacenadas en refrigeración a temperaturas de 1 a 2°C, lo que permite su conservación por un período de 2 a 4 semanas. Durante este tiempo, las plántulas reducen su metabolismo y respiración, conservando así sus reservas para facilitar su establecimiento en el trasplante.
Proceso de aclimatación para plántulas a raíz desnuda
- Sacar las plántulas del empaque inmediatamente después de recibirlas.
- Rehidratar las plántulas con ayuda de un atomizador si presentan signos de deshidratación.
- Mantenerlas en un lugar fresco y con sombra por al menos 24 horas.
- Si no se pueden trasplantar de inmediato, pueden refrigerarse hasta por una semana a 4°C.
- Después del periodo de aclimatación, proceder con el trasplante final.
Acciones clave para asegurar el enraizamiento
- Saturar de agua el sustrato donde se sembrarán.
- Regar de 1 a 2 veces al día durante al menos 10 días.
- Aplicar enraizadores para estimular el crecimiento radicular.
- Realizar aplicaciones preventivas contra plagas y enfermedades.
Siguiendo estas indicaciones, aseguramos que las plántulas mantengan su calidad y viabilidad para un establecimiento exitoso.
2. Trasplante de Fresas en Maceta
Si adquiriste fresas en maceta, estas ya cuentan con un sistema radicular desarrollado y están listas para el trasplante directo a su medio de cultivo final.
Pasos para el trasplante de fresas en maceta
- Seleccionar el lugar adecuado: Si se trasplantarán al suelo, elegir un área con buen drenaje y exposición solar. Si será en contenedores, utilizar macetas de al menos 5 litros con buen sustrato.
- Preparar el hoyo de trasplante: Debe tener el mismo tamaño o ligeramente mayor al cepellón de raíces.
- Regar bien la planta antes del trasplante para reducir el estrés.
- Extraer la planta con cuidado, asegurándose de no dañar el sistema radicular.
- Colocar la planta en su nuevo espacio, procurando que la corona de la fresa quede justo al nivel del suelo o sustrato.
- Presionar suavemente el sustrato alrededor de la base para eliminar bolsas de aire.
- Regar abundantemente después del trasplante.
Cuidados posteriores al trasplante
- Riegos regulares, evitando encharcamientos.
- Aplicación de fertilizantes balanceados para estimular el crecimiento.
- Monitoreo de plagas y enfermedades, aplicando tratamientos preventivos cuando sea necesario.
Siguiendo estos pasos, aseguramos que las fresas en maceta tengan un crecimiento saludable y productivo en su nueva ubicación.
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