Escrito por: Ing. Ricardo Hernández Villaseñor
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¿De dónde es el rábano?
El rábano, cuyo nombre científico es Raphanus sativus, es originario de Europa y Asia. Se cree que fue domesticado por primera vez en el área del Mediterráneo oriental hace miles de años. Los rábanos se cultivaban desde la antigüedad tanto en Grecia como en Egipto y desde entonces, se ha cultivado en muchas partes del mundo y se ha diversificado en una variedad de formas y colores, desde el clásico rábano rojo redondo hasta variedades blancas, negras y multicolores.
De dicha hortaliza se consume generalmente la raíz, aunque en países como Egipto se consumen las hojas, en la India se consumen sus vainas carnosas y en la China, el aceite extraído de sus semillas.
Beneficios del Rábano para la salud
El rábano tiene varios beneficios para la salud, principalmente como un alimento que ayuda a desintoxicar al organismo. Aquí hay algunos de los beneficios más destacados:
BENEFICIOS PARA EL HÍGADO Y LA VESÍCULA BILIAR: Los rábanos estimulan la producción de bilis, lo cual es esencial para una buena digestión y la eliminación de toxinas. También ayudan a mantener el funcionamiento saludable del hígado y la vesícula biliar, órganos clave en el proceso de desintoxicación del cuerpo.
También, Los rábanos contienen enzimas y compuestos sulfurados que promueven la descomposición y eliminación de toxinas, especialmente las que se acumulan en el hígado.
PROPIEDADES DIURÉTICAS: Al ser diuréticos naturales, los rábanos aumentan la producción de orina, lo que ayuda a eliminar toxinas del cuerpo más rápidamente. Esto también puede contribuir a reducir la acumulación de toxinas en los riñones y el tracto urinario.
BAJO EN CALORIAS: El rábano es un alimento con un bajo aporte calórico, ya que, por lo general, un rábano grande (alrededor de 116 g) contiene aproximadamente, ¡Tan solo 9 calorías!
RICO EN FIBRA: Los rábanos son ricos en fibra, lo que ayuda a mantener el sistema digestivo en buen estado. La fibra facilita la eliminación de desechos y toxinas del cuerpo, previniendo el estreñimiento y mejorando la salud intestinal.
RICO EN ANTIOXIDANTES: Contienen antioxidantes como la vitamina C y compuestos fenólicos que combaten los radicales libres. Esto protege las células del daño oxidativo, lo cual es crucial para el proceso de desintoxicación.
PROPIEDADES ANTIINFLAMATORIAS: Los rábanos tienen propiedades antiinflamatorias gracias a su contenido de antioxidantes como la vitamina C y compuestos fenólicos, además de compuestos sulfurados como los glucosinolatos que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y prevenir enfermedades inflamatorias.
También contienen vitaminas y minerales esenciales como el zinc, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo y su consumo regular puede ayudar a prevenir y manejar enfermedades inflamatorias crónicas.
REGULACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL: Debido a su alto contenido de potasio, que equilibra los niveles de sodio y relaja los vasos sanguíneos. Además, su fibra contribuye a la salud cardiovascular al reducir el colesterol, y sus antioxidantes, como la vitamina C, protegen el corazón y los vasos sanguíneos del daño oxidativo.
También contienen nitratos naturales que se convierten en óxido nítrico, un vasodilatador que mejora la circulación y reduce la presión arterial.
En resumen, los rábanos son una adición saludable y sabrosa a tu dieta que puede proporcionar una serie de beneficios para la salud tanto por sus propiedades desintoxicantes y desinflamatorias, alto contenido de ácido fólico y de vitamina C.

Cultivo del Rábano
El rábano es un tipo de hortaliza que forma parte de la familia de las crucíferas junto a las coles y los berros. Se conocen seis especies de rábanos, pero sólo se cultiva el Raphanus sativus.
Son plantas herbáceas, durante su ciclo del cultivo se diferencian dos etapas, la primera es la fase vegetativa en la que se desarrollan su follaje y sus raíces carnosas, en la etapa reproductiva es cuando se desarrollan las flores, frutos y semillas.
Se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los suelos profundos, sueltos, de preferencia arenoso, neutros con un buen drenaje, pero que contenga un alto contenido de materia orgánica y capaz de retener abundante humedad necesaria para el rápido desarrollo del cultivo. El pH debe oscilar entre 5,5 y 6,8. El Rábano NO tolera la salinidad.
En la siembra de rábanos por hidroponía, se recomienda el uso de sustrato en lugar de otras técnicas hidropónicas debido a las características específicas de esta planta.
El sustrato proporciona soporte para el desarrollo de la raíz bulbosa del rábano y ayuda a retener la solución nutritiva alrededor de las raíces, favoreciendo la absorción de nutrientes. Además, el sustrato ofrece estabilidad a las plantas y promueve un mejor crecimiento en comparación con sistemas hidropónicos donde las raíces están suspendidas en el aire o en solución líquida.
Consulta nuestra guía: Cultivo Hidropónico en Sustrato: Guía en 7 Pasos si quieres conocer este proceso.

Condiciones de cultivo del rábano
CLIMA: Prefiere climas templados y necesita protección durante períodos de altas temperaturas.
CICLO DE CULTIVO: Varía según las condiciones climáticas, pudiendo ser de 20 a más de 70 días.
TEMPERATURAS DE CULTIVO:
Heladas: Se producen a -2ºC.
Desarrollo vegetativo: Entre 6ºC y 30ºC.
Temperatura óptima: Entre 18ºC y 22ºC.
Variedades o Tipos de Rábanos
Las variedades se clasifican según el tamaño y la forma de la raíz (o parte comestible) en:
– Variedades de raíces pequeñas (rabanitos): Menos picante, es carnosa y crujiente, su ciclo vegetativo es aproximadamente de 3 a 5 semanas, muy adecuado para su envasado en conos y en bolsas.
Raíces globulares: Redondo rosado, punta blanca (la más difundida), redondo escarlata.

–Variedades de raíces grandes (rábanos): Negro, Rosado, Blanco (nabo japonés). Más picante y dura, su ciclo vegetativo es un poco más largo.

El rábano y el rabanito pueden ser cultivados en la mayoría de las zonas tropicales y subtropicales, desde las zonas bajas hasta las altas se cultivan al aire libre preferentemente en otoño, primavera e invierno, pero puede ser cultivado todo el año siempre y cuando las temperaturas no sean muy elevadas. También su cultivo se realiza en invernadero, de esta forma se puede disponer de ellos todo el año.
Para su cultivo elegiremos la semilla de la variedad que nosotros queramos, existen distintos tipos, los cuales pueden presentar bulbos de diversas formas y colores. La semilla de rábano conservada en buenas condiciones mantiene su viabilidad durante seis años.
Siembra de la Semilla de Rábano
Una vez elegidas las semillas para la siembra procedemos proceder a la siembra.
La siembra de semillas de rábano puede hacerse tanto en charolas de germinación (siembra indirecta) como en el lugar de desarrollo final del cultivo (siembra directa).
En el caso específico del rábano, trasplantar de la charola de germinación al lugar de desarrollo final puede ser muy estresante para la planta y muchas se pueden perder en el proceso, por lo que mucha gente prefiere realizar la siembra directa.
Ambas siembras se pueden realizar de la siguiente manera:
SIEMBRA DIRECTA: Esta siembra la realizamos al colocar en un contenedor (bolsa para vivero, maceta o cama de cultivo) con sustrato previamente humedecido, las semillas, esparciéndose de manera uniforme (como si espolvorearas las semillas en el sustrato) para después cubrirlas con un poco más de sustrato. Es el mismo proceso pero con tierra, cuando es en campo abierto.
Consulta nuestra Guía: Instructivo para realizar la siembra directa para una instrucción más detallada.

Se sugiere sembrar las semillas de rábano a una distancia aproximada de 2-5 cm entre cada semilla, dependiendo del tamaño de la variedad de rábano que estés cultivando.
En cuanto a la profundidad de siembra, se recomienda enterrar las semillas a una profundidad de 1-2 cm en el sustrato y, como ya mencionamos, una vez esparcidas las semillas, se pueden cubrir con una pequeña capa de sustrato en la parte de arriba.
Si siembras en una maceta pequeña, puedes sembrar una semilla por perforación. Si usas una maceta más grande o una bolsa de cultivo, puedes sembrar varias semillas (2-3) por perforación y luego, una vez que las plantas hayan germinado y crecido un poco, puedes adelgazarlas dejando solo una planta por perforación para que tengan suficiente espacio para desarrollarse.
El rábano es una planta que no requiere de mucha profundidad en el sustrato para desarrollarse completamente. Por lo general, se recomienda una profundidad mínima (del contenedor) de unos 15-20 cm para que los rábanos se desarrollen adecuadamente. Esto significa que una maceta o bolsa con un volumen de aproximadamente 3-5 litros sería suficiente para cultivar rábanos.

Es importante asegurarse de que el recipiente tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento del sustrato, lo que podría ser perjudicial para el desarrollo de la planta.
Así mismo se recomiendan sustratos como la Perlita, la Vermiculita y la fibra de coco (o la combinación de estos) ya que debemos de buscar una buena aireación y capacidad de drenaje para evitar problemas de pudrición de las raíces.
Consulta nuestra Guía: Mezcla y combinación de sustratos si quieres conocer otras combinaciones de sustrato que puedan servir a tu proyecto.
En cuanto a la siembra en campo abierto, la semilla de rabanito generalmente se esparce a voleo a razón de 12 kg de semilla por hectárea. Los rábanos se suelen sembrar en líneas a 50 cm, empleando unos 8 kg por hectárea.
Cuando se cultivan rabanitos debido a su rápido crecimiento, es frecuente que se hagan asociaciones, intercalando otras hortalizas de ciclo más largo, tales como zanahoria, remolacha, etc.
lo cual es muy conveniente si tu proyecto es una huerta casera con hidroponía.
Si este fura el caso, te recomendamos consultar nuestra guía: Huerta en Casa: Ideas para diseñarla e incluir Hidroponía para más ideas sobre tu proyecto.

SIEMBRA INDIRECTA: Se utilizará una charola de germinación la cual se recomienda tener como sustrato Peat moss, polvillo de fibra de Coco, Perlita mineral o Vermiculita (o la mezcla de estos mismos); colocando una o dos semillas por cada orificio de la charola.
En el caso específico del rábano, NO se recomienda germinarlo en foami agrícola ya que las raíces no alcanzan a abrirse camino adecuadamente en este sustrato.
Para sembrar rábanos en charolas de germinación, es importante elegir el tamaño adecuado de las cavidades y saber cuánto tiempo dejarlos antes del trasplante para asegurar un buen desarrollo. Aquí tienes algunas recomendaciones:

VOLUMEN DE LA CAVIDAD RECOMENDADO: 20-40 ml por cavidad. Esto proporciona suficiente espacio para que las raíces se desarrollen sin restricciones durante la fase de germinación.
PROFUNDIDAD DE LA CAVIDAD: Asegúrate de que las cavidades tengan una profundidad de al menos 2-3 cm.
TIEMPO EN LA CHAROLA DE GERMINACIÓN: Los rábanos suelen estar listos para el trasplante aproximadamente 2-3 semanas después de la siembra.
INDICADORES PARA EL TRASPLANTE: Las plántulas deben tener 2-3 hojas verdaderas y un sistema radicular bien desarrollado.
También te recomendamos colocar la charola de germinación en un lugar oscuro para estimular la germinación. Se riegan únicamente con agua, por medio de un aspersor o atomizador, procurando mantener el sustrato siempre húmedo. La temperatura óptima de germinación está entre 20-25ºC.
Consulta nuestra Guía: ¿Cómo hacer la siembra Indirecta? donde te llevamos paso a paso en este proceso de siembra.

Germinación de la semilla de rábano
La semilla germinará por lo general en una semana. Dependiendo de la variedad y las condiciones ambientales, puedes ver emerger tus plantas entre los primeros 7 o 10 días.
Una vez que salen las primeras plántulas, se recomienda colocar la charola la charola de germinación o el contenedor donde se haya sembrado, en un lugar que ya cuente con luz solar, pero en donde no le den directamente los rayos del sol en las horas más intensas (a medio día). La luz del sol de la mañana o de la tarde son muy adecuadas.
En la germinación del rábano, lo primero que verás será un par de cotiledones, los cuales alimentarán a la plántula unos días. Después saldrán sus hojas verdaderas. En esta etapa podrás empezar a colocarles solución nutritiva a tus plántulas. Agregarás primero un tercio de la cantidad recomendada y poco a poco aumentarás la dosis.
Consulta nuestra Guía: Cómo Preparar la Solución Nutritiva Hydro Environment si quieres conocer mas sobre su dosificación.
Trasplante del rábano
Se realizará si hiciste una siembra indirecta (en charolas de germinación) y será cuando las plantitas tengan entre 7 y 10 centímetros de longitud o de 3 a 4 pares de hojas.
El trasplante se debe realizar al medio final de cultivo (bolsas para vivero, cama de cultivo o macetas) el cual ya debe de contar con una mezcla adecuada de sustratos, como se recomienda en nuestra Guía: Mezcla y combinación de sustratos.
Para sacar tus plántulas puedes ayudarte de un abatelenguas, procura no tocar mucho la raíz.
El sustrato del medio final de cultivo debe de estar previamente humedecido. Con ayuda de una pala de jardín desinfectada y limpia o con tu mano (que debe estar limpia para evitar infecciones en la planta) haremos un hoyo en el sustrato y colocaremos nuestra plántula para terminar regando un poco con la solución nutritiva o con agua.
La distancia de siembra será de entre 5 y 10 cm entre planta y planta.
Consulta la Guía: Cómo trasplantar de germinador a un medio de cultivo para indicaciones paso a paso de este proceso.
Raleo de la plántula de rábano
¿Qué es el Raleo? El raleo es una práctica agrícola que consiste en la eliminación selectiva de plantas en una siembra para reducir la densidad de población. Esta técnica se utiliza para asegurar que las plantas restantes tengan suficiente espacio, luz, nutrientes y agua para crecer de manera óptima.
El raleo es especialmente importante en cultivos como el rábano, donde la competencia entre plantas puede afectar el tamaño y la calidad de los productos cosechados.
En el caso del rábano, dejaremos una planta cada 5 o 7 centímetros (3 dedos de ancho), esto con el fin de conseguir el tamaño deseado, ya que de no hacerlo la competencia es alta y los rábanos serán muy pequeños. Cuando las plántulas tengan un par de hojas verdaderas o ya tengan 5 centímetros de altura, seleccionaremos las más fuerte y vigorosa de esa sección para dejarla crecer.
Una opción que tenemos para estas plántulas que sobran pero que están en buen estado, es trasplantarlas a otro contenedor o espacio con mucho cuidado para que crezcan adecuadamente.

Riego del rábano
Necesitan una buena cantidad de agua, distribuida uniformemente y con lapsos de riego bien ajustados. La humedad del suelo deberá encontrarse entre un 60% a 65% de la capacidad de campo durante el ciclo vegetativo. Se recomienda el riego por goteo por medio de cinta de riego o el riego por goteo localizado.
Consulta nuestra guía Riego por Goteo: Historia, Principios y Ventajas para tu Cultivo para conocer más sobre este sistema de riego.
Se recomienda regar regularmente, aproximadamente cada planta debe recibir 450 ml de solución nutritiva al día o cada tercer día, pero este dato depende del clima de la región, el tipo de sustrato, la temporada, entre otros factores. Por lo que el riego lo debes adecuar tú, solo asegúrate de tener el sustrato húmedo, no inundado ni muy seco.
Por ejemplo en épocas de calor puedes complementar los riegos de solución nutritiva con riegos por aspersión con agua, o bien, diluir tu solución un 50% para aumentar tus riegos en las horas de mayor calor, realizando un riego por la mañana y otro por la tarde.
La falta de agua ocasiona que la raíz se vuelva más dura y si esta es acompañada por altas temperaturas se estimula la floración anticipada. Por otro lado, cuando hay oscilaciones extremas de humedad en el suelo, las raíces se agrietan, perdiendo su calidad comercial.
Recuerda que la humedad relativa adecuada para el buen desarrollo del rábano y del rabanito se encuentra entre el 60% y 80%.

Poda del Rábano
Es una actividad muy importante, ya que da fuerza y vigor a tus plantas, mejorando la floración y el desarrollo.
Consulta nuestra Guía de Poda: Estrategias para Flores y Frutos Saludables para información mas detallada y recuerda que la poda se debe de realizar con tijeras para poda lavadas o desinfectadas previamente.
Poda de Hojas
Ésta se realiza cada que revises tu cultivo (por lo menos cada semana), ya que hayas realizado el trasplante deberás comenzar con tu poda de hojas, eliminando solamente las hojas enfermas y en senescencia (hojas viejas).
Se deben de eliminar hojas cloróticas o amarillentas, que presenten daños en tonalidades pardas, necrosis o coloración negra provocada por muerte celular o algún tipo de hongo. Al eliminar este tipo de hojas estimulamos a las plantas para que tengan un mayor desarrollo vegetativo, una buena ventilación y para desechar cualquier posible infección por esporas, bacterias y virus que pudieran contaminarlas.
Como ya dijimos, el corte de estas hojas se realizará sólo con ayuda de unas tijeras para poda limpias y desinfectadas, cortando la hoja desde la parte más cercana, al tallo principal ligeramente inclinado hacia él.
Cosecha del Rábano
La cosecha se hace de acuerdo con el tamaño característico que alcanza cada variedad, pero deben arrancarse con todo y follaje antes que la raíz comience a ablandarse, ya que pierden su sabor característico.

La cosecha se realiza aproximadamente después de 20-30 días desde la siembra, se recolectan generalmente a mano, luego se lavan y se amarran formando mazos o manojos de aproximadamente 6 o 10 unidades. Las raíces deberán estar en buenas condiciones, sin hendiduras ni deformaciones y sin daños ocasionados por enfermedades o insectos.
Durante la estación invernal, se pueden dejar las plantas cierto tiempo sin recolectar desde el momento óptimo para la cosecha, pero si se prolonga demasiado las raíces adquieren un tamaño excesivo, y si llueve se rajan y después se ahuecan. En verano es necesario cosechar de inmediato, ya que se ahuecan con rapidez, especialmente las variedades tempranas.
En algunas zonas de producción, las raíces se empacan en bolsas de polietileno o plástico perforado, con un peso aproximado de una libra, esto permite el transporte a los mercados en buenas condiciones. Es conveniente que la recolección se realice con el mercado asegurado, ya que las raíces se marchitan fácilmente y en caso de dejarlo en el campo mucho tiempo, pueden crecer mucho, volviéndose las raíces carnosas de sabor agrio y duras.
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