Guía: Cómo se utiliza la Vermiculita

 

La vermiculita tiene distintas aplicaciones en la agricultura, la industria y la construcción, esto gracias a sus características físicas y químicas.

 

Estos gránulos son incombustibles e insolubles en agua y con todos los disolventes orgánicos la vermiculita expandida se vierte fácilmente, además resulta ligera, limpia y muy absorbente.

 

Puede utilizarse como pantalla contra impactos cuando se utiliza en embalajes.

 

La vermiculita exfoliada se utiliza en el mercado de los revestimientos de frenos. También sirve como aislamiento de elevadas temperaturas y de espacios diáfanos, en productos de construcción, como para elaborar hormigones de baja densidad y para la filtración de agua.

 

La vermiculita también es utilizada para incubar huevos de tortuga terrestre y ciertos tipos de hongos superiores, incluso como alimentos para animales de granja.

 

También es utilizada en la horticultura como sustrato de cultivo y propagación de todo tipo de plantas por su neutralidad, buena aireación y alta capacidad de retención de agua. En la germinación de semillas por su sanidad, en técnicas de cultivo hidropónico, para mezclar con arena en cultivo y propagación de cactus y plantas suculentas. En el transporte de plantas que pasan un tiempo en bolsas o maceteros, debido a su capacidad de retención de humedad, porosidad y leve peso.

 

La vermiculita puede mejorar la aireación y alta capacidad de retención de agua y nutrientes en un cultivo hidropónico.

 

Es por eso que se puede utilizar en la germinación y desarrollo de cualquier tipo de hortalizas, sobre todo en aquellas que requieren de sustratos ligeros, porosos, con buen drenaje como la zanahoria, la papa, la jícama y la calabaza, entre otras.

 

La vermiculita es un sustrato inorgánico cuya característica principal es ser estéril, inerte, neutro y con gran capacidad de retención de agua. Es uno de los sustratos más utilizados en el cultivo hidropónico y puede estar solo o combinado con otros sustratos.

 

Materiales

 

 

•Un costal de 100 L de Vermiculita.

 

•Mascarilla o tapabocas.

 

•Un germinador o almácigo.

 

•Bolsas negras, bicolor o macetas para cultivo.

 

•Agua con o sin solución nutritiva.

 

Primero nos pondremos el tapabocas para evitar respirar el polvo fino del costal, ya que éste puede ser molesto y/o perjudicar a nuestro sistema respiratorio, por lo que debemos tenerlo puesto todo el tiempo durante el proceso.

 

Apertura del costal

 

 

Una vez protegido se procede a abrir el costal tratando de no romperlo para su posterior resguardo. Puedes utilizar unas tijeras o un cúter.

 

 

Preparación

 

 

Toma con una pala de jardín o algún recipiente, la cantidad que necesitas y colócala en una charola, palangana, cubeta o cualquier otro contenedor grande que te permita mover tu sustrato para prepararlo adecuadamente.

 

Ahora agrega agua poco a poco, moviendo constantemente tu sustrato hasta que quede húmedo con una consistencia de terrones, la cual debe ser desmoronable al tacto.

 

Si nos excedemos de agua podemos eliminarla antes de llenar el germinador o las bolsas, escurriéndola y/o exprimiendo ligeramente el sustrato.

 

Una vez que tenemos nuestro sustrato listo podemos empezar a llenar nuestra charola germinadora, bolsa de cultivo, maceta, cama de cultivo u otro.

 

Semillero

 

 

Cuando el sustrato esté previamente humedecido lo colocaremos poco a poco en el semillero.

 

Tratando de no compactarlo y sólo dando pequeños golpes, se recomienda alzar la charola y golpear la base con la superficie de la mesa ligeramente, para que el sustrato se acomode en cada cavidad.

 

 

Bolsas, macetas, contenedores.

 

 

De la misma forma, con el sustrato previamente humedecido, lo colocaremos poco a poco en cada contenedor que tengamos.

 

Para esto es posible que tengamos que preparar varias rondas, ya que podríamos necesitar mucho sustrato, procura preparar solo el que necesitas.

 

Por ejemplo, para llenar 10 bolsas de 35X35 podríamos ocupar sólo 60 L de sustrato de un costal de 100 L, en cada bolsa caben aproximadamente 6 L de sustrato.

 

Si por algún motivo no te es posible saber la capacidad de tu contenedor en litros, te recomendamos que prepares poco a poco tu sustrato para evitar que lo desperdicies innecesariamente, llenando primero un lote de bolsas o macetas y luego otro.

 

Para mantener en buenas condiciones nuestra Vermiculita es importante cerrar el costal con cinta adhesiva, tratando de sacar todo el aire, de lo contrario podría adquirir humedad y/o contaminarse.

 

 


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