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Guía: Cultivo hidropónico casero de arándano azul.


 

El arándano es una planta muy antigua, la cual crece de forma silvestre en el norte de Europa, Asia y América, pero aún no es claro su origen. Pertenecen a la familia botánica de las Ericáceas, del género Vaccinium que incluye muchos arbustos silvestres productores de bayas comestibles.

En los últimos años, la superficie cultivada de esta frutilla se ha incrementado notablemente como resultado de la alta demanda por sus excelentes propiedades organolépticas y nutritivas, además de que su vida productiva es de alrededor de 10 a 20 años, con buen manejo y bajo condiciones óptimas de clima y suelo, da como resultado un cultivo altamente rentable.

Por lo general, podemos reconocer dos tipos de arándano. El arándano rojo (principalmente Vaccinium macrocarpon) y el arándano azul (especialmente Vaccinium corymbosum), igualmente conocidos como Cranberries (arándano rojo) o blueberries (arándano azul). En general tanto el arándano rojo como el azul son de alta demanda, pero por ahora NOS ENFOCAREMOS EN EL ARÁNDANO AZUL, del cual existen distintas especies.

 

La planta se ha adaptado a diversos climas, pero es indispensable que estos lugares tengan un clima con suficientes horas frío para el buen desarrollo del cultivo. Después de completar su necesidad de frío la planta rompe el estado de reposo y se vuelve sensible a las bajas temperaturas. Crecen en terrenos húmedos, se pueden encontrar a 1.500 metros de altitud, prefieren los suelos bien drenados, es una planta altamente sensible a la asfixia radicular, por lo tanto, necesita suelos o sustratos con alta porosidad para prosperar.

Se sugiere un porcentaje de materia orgánica mayor al 3% y un pH entre 4.0 y 5.0 tanto en sustrato como en agua, ya que no basta con acidular el agua de riego, el pH a nivel de la raíz debe ser ácido en suelo o sustrato. Y ya que es una planta susceptible a la salinidad, se sugiere también una conductividad eléctrica (CE) de 1-1.2 mS/cm. Si bien pueden tolerar temperaturas mínimas y máximas de 7 y 33 °C, respectivamente, la óptima para su desarrollo se sitúa entre los 16 y 25 °C con un periodo de horas frío y un umbral de 7 °C para cumplir su receso invernal que varía en tiempo dependiendo la variedad.

Su propagación puede ser por medio de semilla, pero su porcentaje de germinación es bajo, la forma más común es por estaca, de podas de plantas maduras. Pero el método más recomendado para su propagación es in vitro, obteniendo plantas de mayor calidad y con un periodo más corto de desarrollo para entrar en producción.

 

 

Para cultivo hidropónicos casero necesitamos los siguiente:

Plántula.

Plántulas de Blueberries producidas in vitro (son las más adecuadas) de 6 meses de edad.

Macetas.

Macetas con patas altas, bolsa o AIR GROWER con una capacidad de los 25 a 50 litros, deben ser anchas con la profundidad adecuada para su desarrollo.

Sustrato.

Debe ser un sustrato ácido, poroso, con una buena retención de humedad pero con buen drenaje, por ejemplo la fibra de coco o el peat moss específico para cultivos de arándano o una mezcla de ambos, agregando un poco de perlita.

Base o soporte de macetas.

Es para mantener a la maceta despegada del suelo y favorecer el drenaje, evitando problemas con enfermedades por exceso de agua.

Contenedor de agua.

De color opaco para impedir la entrada de luz y debe tener tapa para evitar la contaminación del agua y la solución nutritiva.

Medidores de pH y EC.

Para verificar la solución nutritiva, poder acondicionarla y mantenerla dentro de los parámetros adecuados.

Solución nutritiva.

Necesaria para nutrir adecuadamente las plantas.

Sistema de riego.

El más recomendado es por goteo por su alta eficiencia.

Tijeras de poda.

Para realizar las podas de saneamiento, fructificación y de rejuvenecimiento.

La primera actividad es acondicionar el sustrato, por su forma de empacado es común su compactación o bien que durante el paso del tiempo pierda humedad. Para esta labor es necesario vaciarlo en un contenedor donde se pueda maniobrar adecuadamente y poder deshacer los terrones, para después humedecerlo un poco si hace falta, pero con agua ácida (pH de 4.5). La acidificación del agua se puede hacer con ácido clorhídrico o ácido fosfórico.

 

Después colocamos el sustrato dentro de la maceta o bolsa que hayamos elegido. La bolsa de cultivo más empleada en el cultivo de arándano es la bicolor, con ella se evita el sobrecalentamiento de la raíz al estar bajo los rayos del sol, esto se debe al color blanco en su exterior y negro en su interior. Además posee orificios de cierto tamaño que facilitan la respiración de la raíz y el drenaje. No olvidemos lo susceptible de la raíz al exceso de agua por lo tanto la bolsa puede ser colocada sobre unos ladrillos para facilitar el desalojo del agua y mejorar así la aireación.

 

 

Otra forma de realizar la siembra es en contenedores especiales para el cultivo de arándano y otros berries, estas macetas son rígidas y cuentan con un mayor número de orificios en la parte baja y en los costados. Las macetas para este cultivo además cuentan con patas altas que favorecen la aireación y drenaje.

Para tener un mejor drenaje y aireación se pueden emplear las macetas AIR GROWER. El diseño de sus paredes le proporciona al sustrato una mejor circulación del aire, teniendo como resultado un crecimiento mayor y una poda natural de raíces, hecho que impulsa la generación de más, mejorando el aprovechamiento de los nutrientes.

 

 

Cada uno de estos contenedores pueden tener una vida útil de hasta 10 años, con los cuidados necesarios.

 

Después de acondicionar el sustrato y haber elegido la maceta procedemos a realizar el trasplante, para ello es necesario procurar que dicha actividad sea realizada por la mañana o bien por la tarde, en un lugar fresco, sin corrientes de aire fuertes para impedir la desecación de la raíz.

La plántula a trasplantar debe estar sana y sin indicios de alguna enfermedad, de lo contrario va a ser necesario dar un tratamiento previo. Con ayuda de tijeras de poda, limpias y desinfectadas se retiran las hojas secas y dañadas, no olvides en cada corte desinfectarlas. Por último, retira todas las flores, con esta labor buscamos el establecimiento de la planta, recordando que no va tener la capacidad de llenar los frutos y solo provocaremos el gasto innecesario de energía limitando el desarrollo de la raíz y el rebrote de las hojas.

Después, con mucho cuidado saca la plántula de la bolsa o maceta de cultivo en la que viene, con las manos limpias y desinfectadas trata de retirar de la raíz algo de sustrato, con ayuda de las tijeras o un cúter, limpias y desinfectadas, corta verticalmente las raíces, separándolas un poco con las manos.

 

 

 

 

Has un orificio en el sustrato lo suficientemente profundo y siembra la plántula, acomoda el sustrato y agrega otro poco de agua ácida (4.5-5.5 de pH). Acomoda tus plantas de acuerdo con el diseño de cultivo que elegiste.


 

Coloca el sistema de riego por goteo, te recomendamos el uso de goteros con distribuidores de dos salidas para colocar dos estacas por maceta y el riego sea uniforme en todo el sustrato.

 

 

En un contenedor apropiado colocaremos la bomba y prepararemos la solución nutritiva.

Para preparar la solución nutritiva necesitamos:

Solución nutritiva A y B.

Se pueden preparar por separado o juntas.

Contenedor.

Debe de estar limpio y desinfectado.

Un palo.

Para agitar la solución.

Medidor de pH y CE.

Para medir el pH y la CE de nuestra solución nutritiva y mantenerla en un rango apropiado de pH de entre 4.5-5.0 y una CE de 1 a 1.2 mS/cm.

Solución de ácido clorhídrico

y de hidróxido de sodio

Nos servirá para acondicionar el pH del agua y después de la solución nutritiva.

 

Una vez que hemos llenado nuestro contenedor con agua, mediremos su pH, si es neutro (pH de 7) o muy alto (mayor a un pH 7) lo trataremos de bajar poco a poco con Ácido Clorhídrico a un pH entre 5 y 5.5.

Ya acondicionado el pH del agua, agregaremos la solución nutritiva, por la naturaleza de los fertilizantes tienden a reaccionar de manera ácida, bajando un poco más el pH del agua. Si utilizas nuestra solución para berries A y B (macro y micronutrientes respectivamente) ten en cuenta que la B bajará un poco más el pH que la solución A. El pH recomendado será de 4.5-5 para ambas soluciones.

La electro conductividad dependerá del tipo de agua, pero debemos considerar en el caso puntual de esta guía la calidad del agua en la parte norte del área metropolitana, la cual es en promedio de 0.3 mS/cm. La solución A tiende a subir de 7 a 8 décimas, alcanzado una CE de entre 1 A 1.1 mS/cm, en cambio la solución de microelementos o B aumentará de 2 a 3 décimas dando como resultado una CE de 0.5 A 0.6 mS/cm.

Al momento vaciar cada uno de los fertilizantes agita el agua hasta ver una solución homogénea, es posible la presencia de precipitados por las reacciones químicas de la solución nutritiva A con la B, por lo tanto te sugerimos revolver periódicamente la solución nutritiva, puede ser de manera manual o bien la ayuda de un timer y una bomba sumergible garantizando esta actividad previo a cada riego.

Si tu solución nutritiva quedó con un pH muy bajo (menor a un pH de 4.5) puedes subirlo agregando poco a poco hidróxido de sodio. Por último, tapa el contenedor, solo queda programar los riegos con un timer, puedes regar de distintas formas:

- Riegos Diarios tres veces al día.

- Riegos cada tercer día.

- Riegos turnando agua ácida y solución nutritiva.

Esto dependerá de las necesidades de tu cultivo, la edad de la planta, características del sustrato y el clima, entre otros.

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